Somos lo que elegimos ser

La nueva generación de personas medianamente activas llega a casa tras el trabajo y enciende el ordenador con el propósito de elegir un contenido. La tecnología no tiene sentido si no nos la apropiamos socialmente y la hacemos parte de nuestra cotidianidad. Muchos modelos de negocios basados en tecnología fracasaron precisamente por no hacer frente a esta necesidad.


 Según Andrew Keen, autor de The cult of the amateur, las redes sociales nos vuelven personas más narcisistas. Facebook permite que cada uno de nosotros seamos una celebridad dentro de nuestras rutinas del hogar. La expectación por el qué dirán, cómo interpretarán mis fotos y mis comentarios, ¿se habrá fijado en cómo personalicé mi perfil?



 Uno es lo que elige, por lo tanto hay que detenerse en aspectos como la identidad online para reconocer que la mayor parte de gente que es proconsumidora digital de contenidos ha crecido en una sociedad en la que unos a otros se miran sin cesar, se juzgan y sienten que sus vidas tienen más sentido con la continua mirada del otro. Es un acto de reconocimiento continuo en el que cada uno busca una satisfacción personal.

Soledad, inseguridad, narcisismo, pertenencia a la comunidad son claves para entender por qué las plataformas sociales online son el fenómeno de nuestros días.